Comer fuera de casa, consejos y recomendaciones

Los celíacos se enfrentan habitualmente a una de sus mayores preocupaciones, sobre todo cuando están recién diagnosticados: comer fuera de casa. Sin embargo, nada impide (o debería impedir) que un celíaco comparta una cena o una comida con amigos o familia sin tener ningún tipo de problema.
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Para poder estar seguros de que lo que vamos a pedir está elaborado sin utensilios contaminados ni con aceites usados la mejor opción es acudir a establecimientos que formen parte de una asociación de celíacos; los platos estarán identificados y el personal sabrá qué podemos comer y qué no, evitando así una de los momentos que menos gusta a un celíaco cuando sale fuera de casa: dar explicaciones.

Lo principal es saber que no existe contaminación cruzada en el restaurante, y para ello lo fundamental es siempre preguntar, ante la duda no debemos arriesgarnos y no debe importarnos consultar todo aquello que nos pueda preocupar. No por tener pan sin gluten el restaurante es apto para celíacos, ya que probablemente esté cocinado todo en el mismo sitio con el consiguiente riesgo de contaminación cruzada.

Algunos consejos para comer fuera de casa

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  1. Llama previamente e infórmate que el restaurante es verdaderamente sin gluten.
  2. Una vez ahí, pregunta por la carta o los platos para celíacos. Si el lugar no pertenece a una asociación, deberemos extremar las precauciones en cuanto a la contaminación cruzada. Si forma parte de ella, estará preparado para atendernos.
  3. Preguntar al camarero qué podemos y qué no podemos comer, y si no lo tiene claro, pedir por favor que lo consulte en la cocina. Por favor, nunca os quedéis con dudas porque os dé apuro preguntar. Es vuestra salud.
  4. Para prevenir evitaremos por supuesto rebozados, pastas, embutido, adobados…
  5. Los platos seguros que no tienen que suponer ningún problema aun cuando el restaurante no sea oficialmente “sin gluten” son las ensaladas (sin gulas ni picatostes ni palitos de cangrejo ni aliños), los arroz (preguntaremos por las pastillas de caldo y colorantes porque pueden contener gluten), verduras (plancha o cocidas), legumbres (pregunta por la salsa), carne y pescado en parrilla o plancha, y fruta natural o postres caseros (preguntar también por algún ingrediente, sobre todo harinas).

Recomendaciones sobre platos concretos

Aunque haya platos que en principio pensemos que no llevan gluten, pueden llevarlo en alguno de sus ingredientes, así que si tenemos duda, como os decimos, siempre preguntad. Por ejemplo, la tortilla de patata puede llevar alguna levadura que tenga gluten, las patatas fritas se han podido hacer en un aceite reutilizado donde previamente se han frito croquetas, las salsas pueden contener harina, algunas ensaladas o platos pueden llevar picatostes que contaminen el resto…. Así que antes de pedirlo, aunque creamos que vaya a ser sin gluten, debemos preguntar qué ingredientes tiene y cómo se ha elaborado.

Otra señal de seguridad que podemos tener en cuenta cuando salgamos a comer fuera de casa es buscar el distintivo de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), que identifica a ese restaurante como un sitio seguro en el que se cumplen todas las medidas para ofrecer un menú sin gluten, sin contaminación cruzada y con todos los conocimientos para proporcionar un buen servicio.

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