No todos los celíacos presentan los mismos síntomas o no de la misma manera, aunque sí que hay algunos signos que pueden repetirse en diferentes personas. Lo más característico suele ser tener diarrea de manera constante, casi diaria, pérdida de peso, anemia, dolor en el abdomen, tripa muy hinchada, con gases e indigestión a cada comida, dolor de articulaciones, cansancio… en los niños puede manifestarse con un retraso de su crecimiento y suelen tener, además, vómitos y estar irritables. También los adultos pueden desarrollar depresión o cambios de carácter, principalmente porque se encuentran mal de salud y en ocasiones la identificación de la enfermedad puede ser un proceso largo y tedioso.
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Los celíacos pueden presentar síntomas de que tienen la enfermedad en cualquier etapa de su vida y no todos, necesariamente, tienen los anteriormente descritos, y es que sólo uno de cada diez celíacos es diagnosticado por sus síntomas, ya que es necesario hacer pruebas muy específicas. No obstante, si se aprecia que algo de esto sucede, puede darnos indicios de que podemos ser celíacos y cuando tengamos síntomas de estas características acudir al médico para ver si nos diagnostica de la enfermedad celíaca. Algunos síntomas pueden ser compatibles con padecer colon irritable u otras patologías digestivas, por lo que un correcto diagnóstico es fundamental.
Diagnosticar a los celíacos
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El análisis de sangre no nos da una fiabilidad del 100% de que podamos ser celíacos, por lo que hay que completar esta prueba con otras, ya que pueda dar negativo pero sí tener la enfermedad. El estudio genético es apropiado en estos casos en los que el análisis como decimos da negativo pero el paciente sigue teniendo síntomas. Si este test genético da negativo es casi al 100% excluyente. Si, por el contrario, el resultado es positivo, habrá que confirmarlo a través de una gastroscopia.
La biopsia del intestino nos dará un resultado más seguro, aunque es una prueba muy molesta. Esto consiste en analizar la mucosa del intestino que identifica el problema en la vellosidad del mismo causada por la intolerancia al gluten cogiendo una muestra de tejido.
