7 consejos para un recién diagnosticado

7 consejos para un recién diagnositcado

Cuando una persona recibe el diagnóstico de que es celíaco la primera reacción es entrar en pánico. La cabeza se llena de dudas, conflictos, preguntas, por eso es muy importante que sigáis estos 7 consejos que recién diagnosticados. Os ayudarán en los primeros pasos y ya veréis como todo es mucho más sencillo de lo que parece. Afortunadamente, cada vez hay más lugares donde poder comer, más productos que comer y, en general, más facilidades y cada vez más conocimiento.
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  1. Tranquilidad. Ante todo, tranquilidad. Tu vida se enfrenta a un cambio importante pero lo primero que tienes que tener en cuenta es que tu salud va a mejorar, ya no vas a tener todos esos malos días que venías teniendo, se acabó comer  sin ganas, sentir malestar, recuperarás energía y te encontrarás genial. Así que tranquilo. Debes mentalizarte de que aunque vaya a haber cambios, son para mejor. Y piensa que los celiacos tienen muchos productos para ellos, que todo evoluciona rápido, que no es tan complicado como pueda parecerte. Respira hondo. Y adelante.
  2. Información. Es imprescindible que te informes, que acudas a una asociación que exista en tu ciudad para que estés bien asesorado sobre tu enfermedad, qué comer, te facilitarán listados de alimentos, de restaurantes, consejos, resolverán tus dudas…
  3. Dar a conocer tu nueva situación. Resulta de vital importancia que, una vez estés diagnosticado, informes a tu entorno de ello. Quienes viven contigo deberán ser los primeros que conozcan qué no deben cocinar, o cómo evitar la contaminación cruzada en tu casa. Poco a poco puedes contarlo en el trabajo, al resto de tu familia y amigos… Seguro que necesitarán información para cuando vayas a comer a su casa, así que aunque de primeras le cuentes un poco en qué consististe una alimentación sin gluten, cuando llegue el momento de cocinar para ti vuelve a explicarles todo aquello que necesiten saber. Tendrán dudas y se agobiarán por hacerlo bien. Que fluya la comunicación.
  4. Tu casa. Olvida los alimentos que tengan gluten y también los que puedan estar contaminados (mermeladas, patés, etc.) Sustituye todo aquello que lleve gluten por alimentos sin, y también incluso los utensilios (los de madera por ejemplo son porosos y pueden quedar restos que contaminen lo que vayas a cocinar). Reserva un espacio para tu comida sin gluten y limpia todo bien. Si tienes tostadora que ha tostado pan es mejor hacerte con otra nueva que no esté contaminada, lo mismo ocurre con la freidora. Guarda lo “viejo” si convives con personas que no son intolerantes y utiliza lo nuevo para ti.
  5. La compra. Actualmente en muchos supermercados podrás encontrar alimentos sin gluten perfectamente etiquetados. Suele suceder al recién diagnosticado que acude a comprar y por impulso mete al carro bizcochos, pan, todo lo que ve para celíacos. Luego te darás cuenta de que son alimentos caros y que no están tan ricos como esperabas, así que prueba marcas y productos hasta que des con el que más te gusta (o mira recetes para hacerlo tú mismo). Mira el etiquetado siempre en caso de duda, sobre todo en productos que compras habitualmente y que no están marcados como sin gluten. Hazte con unos básicos “sin” como harinas sin gluten (aunque sean de maíz o arroz no todas son libres de gluten, tiene que marcarlo bien), pasta, bollería, etc. Es donde más notarás el cambio.
  6. En la cocina. Llega el momento de enfrentarte a la elaboración sin gluten. Revisa que todo está limpio, o has sustituido utensilios. Para evitar contaminación se recomienda cocinar primero los platos sin gluten y luego los de con gluten (en caso de que hagas las dos variantes). En el horno también es mejor hacerlo separado, o si lo metes todo junto, pon lo que sea sin gluten en la parte de arriba, sobre papel de horno. No escurra la pasta sin gluten en el mismo escurridor que la de trigo, ni la remuevas con la misma cuchara. No utilices el mismo cuchillo para cortar par sin gluten o con gluten, o ten cuidado si vas a untar por ejemplo un paté en el que antes han untado personas con un cuchillo que ha tocado el pan con trigo. Otro ejemplo. No puedes hacer un cocido con embutido sin gluten y luego quitarlo para que pueda comerlo el celiaco, ya que estará contaminado.
  7. Fuera de casa. La primera vez que salgas a comer fuera de casa será complicada. Tendrás mil dudas y quizá te dé apuro preguntar, pero es fundamental que consultes todo aquello que no tengas claro, y ante una duda que no pueda resolverte el camarero, apuesta por platos que sabes seguro no llevarán gluten (una ensalada, arroces, verduras, carne o pescado a la plancha). El principal problema del celíaco fuera de casa puede ser la contaminación cruzada (si estamos en un sitio que no está identificado como sin gluten y cocina todo junto), por eso debemos informar al llegar de que somos celíacos para que actúen en consecuencia. Y preguntar cómo se elabora cada plato y qué ingredientes lleva. La confianza en este punto es fundamental. Así que no te agobies pensando que te puede sentar mal porque, si lo piensas, al final, te sentará mal.

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